Pautas para educar en el pensamiento positivo

Pensar bien nos lleva a sentirnos bien. Los pensamientos determinan los sentimientos y las emociones. Es muy importante emplear el pensamiento positivo como clave del bienestar.

¿Cómo afectan los pensamientos a nuestras emociones?

El bienestar es un estado subjetivo, que depende de uno mismo y hace referencia al estado de ánimo y a la valoración que hace la persona de sí misma y de su vida. Ambos aspectos están interrelacionados, nuestra interpretación nos va a conducir a un estado de ánimo determinado que a su vez va a influenciar en la valoración de la situación.

Pensar bien, nos lleva a sentirnos bien. La interpretación que hagamos de las situaciones, de lo que nos sucede, va a determinar nuestros sentimientos. Es decir, lo que pensemos sobre aquellos acontecimientos que nos rodean, nos va a llevar a sentirnos de una manera determinada. Y esa emoción será la que guie la conducta.

Es fundamental educar a los niños y niñas para un pensamiento positivo que contribuya a unos sentimientos y emociones positivas y que sea la base de su bienestar personal.

Influencia de los pensamientos negativos en la emoción.

Una misma situación puede ser interpretada y valorada desde diversos puntos de vista. El pensamiento que tengamos acerca de la situación determinada, va a hacer que se experimente una emoción u otra. Y a su vez esta emoción va a determinar la conducta, somos lo que sentimos. Veamos algunos ejemplos:

  • Un niño/a, que escucha un ruido extraño por la noche, puede interpretar ese ruido desde distintas perspectivas. Si piensa que algo raro ocurre y que ese ruido es provocado por alguien, experimentará miedo y su conducta será para evitar el peligro. En cambio sí interpreta el ruido como un sonido de los muebles o algo que se ha caído, no experimentará miedo y seguirá calmado.
  • Un niño/a que suspende un examen. Puede interpretarlo desde que le tienen manía y le han suspendido, puede pensar que su capacidad no es la adecuada, también puede interpretar que no ha estudiado lo suficiente, etc. Cada uno de estos pensamientos le hará sentirse de una manera determinada y su conducta será diferente en función del pensamiento y la emoción.
  • Un niño/a que no es invitado a una fiesta de cumpleaños. Puede pensar que no le quieren, también puede pensar que no se han dado cuenta o interpretar la situación pensando que no son tan amigos, que no hay nada en su contra, pero que no son tan amigos como para invitarle a la fiesta. Estas interpretaciones pueden llevarle a sentirse triste, avergonzado, enojado, etc. Y su conducta será diferente en cada caso.

 

Qué podemos hacer para educarles en el pensamiento positivo

  1. Enséñale a emplear la risa y el sentido del humor ante las distintas situaciones. El sentido del humor nos ayuda a desdramatizar y a reírnos de la situación, lo que nos conduce a una interpretación positiva.
  2. Muéstrale como una misma situación puede ser interpretada desde diferentes puntos de vista.Para ello puedes emplear ejemplos, cuentos, series de la TV, etc.
  3. Sirve de modelo. Emplea el pensamiento positivo ante diferentes situaciones.
  4. Guíale para que cambie pensamientos no racionales. Algunos pensamientos irracionales son comunes. En ocasiones las personas tendemos a generalizar nuestra forma de pensar. Por ejemplo, en lugar de pensar “me tiene que salir todo bien” (lo cual es poco racional), cambiaremos su pensamiento por “me gustaría que me saliera bien, pero no siempre es así”.
  5. Desarrolla la empatía de los niños y niñas. Ponerse en el lugar de los demás, ayuda a interpretar las conductas de los otros de forma positiva.
  6. Trabaja la autoestima de los pequeños. Una autoestima sana es clave para no hacer valoraciones en las que se sientan culpables o merecedores de lo malo.
  7. Acostúmbrate a emplear un lenguaje positivo, el lenguaje se plasma en el pensamiento.
  8. Evita tensiones. La tensión, conduce a pensamientos negativos. Estar relajado contribuye a interpretar de forma más realista.
  9. Trata de explicarles las situaciones. A veces no están preparados para interpretarlas, si no se las explicamos, tenderán a hacer sesgos en su valoración. Es importante explicarles para evitar los sesgos.
  10. Evita hacer interpretaciones negativas sobre el niño/a. Se creerá tu interpretación y tenderá a valorar del mismo modo.

 

Infografía educativa: Pensamiento positivo

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© 2017. Pensamiento positivo. Celia Rodríguez Ruiz. Psicóloga y Pedagoga

 

 

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